Cansados, sudorosos, con sus rostros curtidos por las inclemencias del clima uno a uno llegaron al territorio de convivencia, diálogo y concertación de la María-Piendamó más de tres mil niños y jóvenes indígenas del departamento del Cauca para participar en el Tercer Encuentro de Autoridades y Guardias Indígenas estudiantiles en el marco de los 45 años del Consejo Regional Indígena del Cauca.
Las autoridades tradicionales y la guardia indígena hicieron una calle de honor desde la entrada a la casa grande y ya en el recinto con los bastones en alto dieron la bienvenida a los cabildos y guardias escolares quienes ya se forman para direccionar el movimiento indígena en el Cauca y el país. Los aplausos de los mayores que concluían con el trabajo en comisiones se hicieron sentir cuando desfilaron cada una de las delegaciones en un gesto de entrega del mandato a estas nuevas generaciones.
Desde la madrugada en sitios apartados como Tierradentro, donde el frío taladra los huesos, desde Guangüí en la Costa Pacífica donde la temperatura alcanza los 35 grados las semillas plantadas por los gestores del movimiento indígena se armaron de su paquete minguero con plásticos, carpas, cobijas, colchoneta y los utensilios propios para recibir su ración diaria de comida.
Venían ataviados de sus vestidos tradicionales, de uniformes, de distintivos propios de sus resguardos como banderas y pasacalles y muchos de ellos empuñaban el bastón de mando por hacer parte de los cabildos estudiantiles o la guardia escolar. Con carteles que rezaban “ con hambre no hay educación”, “por educación propia e intercultural”, “Gina Parody donde está? Por un carril de la vía panamericana a paso lento y desde el Peaje en el corregimiento de Tunía, Municipio de Piendamó la marcha avanzaba con paso lento y reposado en medio de la música tradicional y el ruido propio de los niños que salen a conocer otras experiencias. Un gran cartel del encuentro explicaba a los viajeros y conductores que se detenían al paso de la caravana multicolor: “ los niños, niñas y jóvenes caminamos con alegría la memoria viva del Gran Territorio CRIC”.
Para los curiosos, transeúntes y aún para algunos medios de comunicación la marcha no les significada nada diferente a la tardanza en llegar a sus sitio de origen pero para quienes iban en el grupo custodiados por la guardia indígena significaba el resultado obtenido en 45 años de existencia de su organización y en especial el punto séptimo del programa de lucha que indica que se debe formar profesores indígenas para que enseñen en su propio idioma y en sus costumbres ancestrales.
Ya en la gran casa por grupos delegaciones de cada una de las zonas indígenas hicieron una exposición de los ejercicios pedagógicos que vienen adelantando en cada uno de sus sitios de origen para dar paso a las danzas de la cultura de cada uno de los pueblos originarios vivencias pedagógicas así como la música inédita alusiva al Gran Territorio CRIC y culminar con una cena comunitaria en medio de la alegría por la satisfacción del primer día de jornada.
En esta primera noche estas delegaciones de niños y jóvenes soñarán con un futuro mejor tal como hace 45 años lo hicieron Manuel Tránsito Sánchez, Julio Tunubalá, Juan Gegorio Palechor, Gustavo Mejía, el Padre Pedro León Rodriguez, Manuel Trino Morales, Javier Calambás, Santiago Camayo y muchísimos más que ya marcharon del mundo terreno para orientar desde el más allá a su descendencia que hoy mantiene viva la llama de la unidad, la tierra, la cultura y la autonomía.
Textos y fotos:
Antonio Palechor Arévalo