LA VIDA SE TEJE

LA VIDA SE TEJE es un proyecto de la Universidad de Antioquia, la Asociación Campesina de Antioquia (ACA), el Museo de Antioquia, Conflict Textiles y el Museo Casa de la Memoria – Alcaldía de Medellín. La Corporación Centrap ha querido compartirles este proceso a través de su página web, pues lo considera un aporte a la construcción de memoria, a la paz y a la reconciliación. Ésta es la manera como el Observatorio audiovisual e investigativo sobre procesos de resistencia describe dicho aporte:

Cuando tejemos recreamos el mundo y emprendemos la búsqueda de lo intangible, de lo que no se puede descifrar con las palabras, como nos lo han enseñado los indígenas koguis, el hilo es el fundamento de la creación y tejer es la analogía de la vida (Moyano, 2013).  Así entre hilos y agujas surgen los relatos tejidos a través de los cual miles de personas en distintas latitudes han narrado la cotidianidad de los días y los acontecimientos que dejan huellas en sus vidas. Como parte de una práctica ancestral, convertida en oficio, en el tejido se funden la observación, el tacto y la manipulación de distintos materiales, con el fin de simbolizar la(s) experiencia(s), mientras se consolida un espacio de comprensión y reinterpretación de los eventos, las emociones, las ideas y por lo tanto de las subjetividades mismas (Huss, Sarid y Cwikel, 2010). Experiencias relacionadas con la guerra, la atrocidad, el horror y la muerte, han sido tejidas como formas políticas de participación, resistencia y denuncia en el mundo entero.

En Colombia, como una labor femenina el tejido ha sido una forma y narrativa de hacer memoria y de re significar la vida, en el 2004 las Mujeres Tejiendo Sueños y Sabores de Paz de Mampuján (Bolívar), -ganadoras del Premio Nacional de Paz en el 2015- comenzaron a relatar en sus tapices la resistencia y la identidad como pueblo cimarrón, pero también, el dolor por el desplazamiento derivado de la incursión paramilitar del bloque Héroes de los Montes de María en su territorio el 11 de marzo del año 2000, de esta experiencia pionera, poco a poco otras han tenido lugar en Bojayá, hoy Bellavista, Quibdó, Sonsón, San Francisco, Bogotá. La urdimbre que las une, además de compartir distintas técnicas de tejido o diseño textil, es que son emprendidas como forma de memoria, comunicación y resistencia en contextos de intensa violación de los derechos humanos por personas de las comunidades que no son artistas profesionales; en este sentido, como lo señala Riaño, Lacy y Agudelo (2003), el potencial estético de estos procesos descansa, no solo en la representación artística de la violencia y el sufrimiento, sino también en el acto mismo de ponerlos en la escena pública reconociendo en las obras de los colectivos de costura un Otro que sufre y que a la vez resiste, y desde este lugar, construyen una representación humanizada de sí mismo y de la sociedad, fuente además de su potencial ético.

En este entramado, la Universidad de Antioquia desde sus distintas unidades académicas y especialmente desde la Vicerrectoría de Extensión – Banco Universitario de Programas y Proyectos de Extensión BUPPE-, en alianza con diversos grupos organizados y asociaciones civiles ha propiciado el desarrollo y fortalecimiento de distintas iniciativas que desde el año 2009 han potenciado el tejido como estrategia narrativa, que no solo pretende posicionar la voz de los sujetos, sino además sus representaciones y legado cultural, con el fin de lograr procesos de mayor inclusión en la construcción de una sociedad que se prepara y participa en la coyuntura del “posacuerdo”.

Las mujeres del Costurero Tejedoras por de la Memoria de Sonsón, Lo que cuentan los retazos de San Francisco y los colectivos que Tejen memoria y Salud Mental en Argelia, Nariño, Frontino, Mutata y Medellín, reescriben sus memorias, contribuyendo al proceso de elaboración de las perdidas y afectaciones; al esclarecimiento y la verdad “desde abajo”; a la (re)construcción social del territorio; al intercambio generacional de relatos en torno al conflicto armado y las violencias relacionadas y finalmente, a la producción de subjetividades en resistencia no violenta desde una mirada de largo plazo sobre los procesos históricos y culturales.

El resultado es entonces, poder contar hoy con una serie de relatos tejidos de gran fuerza estética, ética y política, que serán puestos en diálogo en el Primer Encuentro Latinoamericano de Tejedoras por la Memoria y la Vida y en la exposición colectiva La Vida que se Teje. Ambos eventos organizados por la Universidad de Antioquia, la Asociación Campesina de Antioquia, el Museo Casa de la Memoria de la Alcaldía de Medellín y el Museo de Antioquia.

Fuente: http://comunicaciones.acantioquia.org/lavidaqueseteje.html
La fotos que se presentan a continuación hacen parte de las memorias de la exposición:

 

 

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